Literatura que da risa
Uno de los primeros pensadores en reflexionar sobre el humor fue
Aristóteles en su Poética. Para él la comedia era una forma de mimesis, de
imitación de la realidad. No de cualquier realidad, sino de “los peores”, de
“lo feo”. También para Henri Bergson lo que hay detrás del humor es una
“descripción minuciosa de lo que es (…) descendiendo cada vez más hacia lo
hondo del mal para anotar sus particularidades”. Si esto es así, ¿por qué la
imitación de “lo peor “de lo real puede tener un efecto humorístico?
Al pensar en el concepto de humor, es probable que todos lo asociamos de
inmediato con aquello capaz de mover a risa. Pero ¿Qué es específicamente lo
que nos hace reír? La dificultad de responder a esta pregunta se debe al
carácter social e histórico de la risa: lo que nos hace reír está ligado a la
sociedad a la que pertenecemos y a la época en la que vivimos.
En todos los casos, para que el humor tenga lugar debe haber una intención
de hacer reír y un lector que rie. Esa risa no siempre se manifiesta con la
explosión de la carcajada, puede ser tan solo una sonrisa, o incluso, dejar un
sabor amargo.
Los mecanismos lingüísticos que la producen son diversos: repetición,
inversión, equívoco, hipérbole, deformación, extrañamiento, sinsentido, doble
sentido, ironía, sarcasmo.
PROCEDIMIENTOS DEL HUMOR
Para lograr que un relato tenga
comicidad, se pueden emplear diferentes recursos, como los siguientes:
1. PARODIA: imitación, en tono de burla,
de una obra de arte, movimiento o género. Incluye la caricatura, que consiste
en la exageración y deformación de los rasgos de un personaje que se quieren
destacar, por lo general, para criticarlos. 3. IRONÍA: consiste en expresar algo dando a entender que se piensa lo contrario. 5. JUEGOS CON EL LENGUAJE: utilización del
doble sentido de algunos vocablos; invención de nuevas palabras; uso de
antónimos. 7. COMPARACION HUMORISTCA: correspondencia entre dos elementos. |
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